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Cuidados e Higiene

Aunque los gatos tienen reputación de ser relativamente independientes, los domésticos necesitan el cariño y la atención de sus propietarios. Una dieta diaria equilibrada, como la que proporciona la comida para gatos de alta calidad que se vende en los comercios, es esencial para su salud y longevidad, al igual que un suministro regular de agua fresca. La limpieza habitual de la bandeja de arena es necesaria para prevenir las enfermedades; algunos gatos no la utilizan cuando no está muy limpia. A los gatos hay que recortarles las uñas con frecuencia. Para prevenir daños en los muebles se les debe facilitar un rascador, preferiblemente de un material áspero, como la cuerda de pita. Los gatos usan la lengua para limpiarse el pelaje y normalmente se comen todos los pelos sueltos. Todos los gatos, incluidos los de pelo corto, deben ser cepillados semanalmente para retirar todo el pelo suelto, esto ayuda a prevenir la formación de bolas de pelo en el estómago. Algunas razas de pelo largo, como el persa o el himalayo, requieren un cepillado diario para que su pelaje, largo y suave, no se enmarañe.

CUIDADOS DE UN GATO ENFERMO

Como cualquier ser vivo, necesita muchos cuidados y mimos cuando no se encuentra del todo bien.
En esta sección queremos ofrecerte una completa guía para que puedas cuidar a tu gato de la mejor forma posible e intentar de esta manera que su recuperación sea lo más pronta y lo más satisfactoria posible.

Cómo saber si el gato está enfermo
Si estás pendiente de la apariencia de su gato y de su conducta, puedes ser capaz de detectar los problemas de salud que tu gato pueda tener antes de que progresen demasiado, evitando así serios problemas.
Fíjate en los cambios de conducta y/o apetito, temperatura alta, deshidratación y temblores. Si tu gato se vuelve más tranquilo y menos activo, come menos de lo usual por un período de tiempo, o luce generalmente decaído, son todas señales de que no se debe estar sintiendo bien. Lo mejor en estos casos es llevarlo al veterinario para que lo examinen.

Que necesita el gato cuándo está enfermo
Cuando el gato no se encuentra del todo bien lo que necesita, como cualquiera de nosotros, es…

Comida: Al estar enfermo las ganas de comer disminuyen. Dale algo que no le cueste mucho masticar, verdura cocida como zanahorias, espinacas. Un poco de pasta. También puedes darle avena, sin azúcar claro.
Si nada funciona puedes comprar unos concentrados de vitaminas y minerales y le aplicas en la nariz y en las patas, como a los no les gusta estar sucios, se lamerán y se comerán las vitamina.

Agua: Dale abundante agua. Si no quiere tomar dásela tú con una jeringa, lo importante es que no se deshidrate, pera ello puedes pedir que te den sales especiales para este propósito.

Si tu gato es pequeño no te costará darle agua, dale una jeringa pequeña cada 15 minutos a media hora. Si tu gato es grande lo mismo, pero con una jeringa grande.
Si no quiere tomar levántale el labio de arriba y verás que por el costado del lado entre los dientes y los colmillos queda un espacio vacío por donde puedes administrarle el agua.

Reposo: Mantén al gato en un ambiente sin humedad y con el mínimo ruido. Busca un lugar dentro de tu casa donde no sea molestado. El gato debe estar bien abrigado.


IMPORTANCIA DEL VETERINARIO

Cualquiera que sea la mascota que se tenga, una de las cosas más imprescindibles que se debe tener para que la mascota crezca fuerte y sana es un veterinario de cabecera. Él es el encargado de velar por la salud de la mascota y recomendar las vacunas que le deben ser aplicadas y cada cuanto tiempo.
El veterinario llevará un seguimiento sus vacunas.
Estará al cargo de las enfermedades de la mascota y de recordarnos cada vez que sea necesario hacerle una revisión médica al animalito.  Es importante visitar al veterinario cada año. En esta revisión, se le hará un examen físico a la mascota con la que se pueden prevenir muchas enfermedades.
Pero aunque llevemos a nuestro gato una vez al año al veterinario, durante el año hay que estar muy atento a su estado físico. Podemos hacerle una revisión casera muy sencilla, una vez al mes, para detectar prematuramente signos de problemas de salud en el gato. 

Existen una serie de signos externos que pueden dar pistas sobre el estado del gato, si su salud se encuentra en perfectas condiciones o si, por el contrario, sufre algún tipo de trastorno que requiere una visita al veterinario.

1. Hay que comprobar el color y el brillo de sus ojos. Si están sanos, deben tener brillo natural, no estar tristes. Además, deben estar resplandecientes y claros.

2. Los gatos tienen un tercer párpado no visible que hace acto de presencia para proteger a un ojo dañado. En este caso, es mala señal y, si viene acompañado de otros síntomas como lagrimeo o cambio de color, hay que ponerse en contacto con el veterinario.

3. Unas orejas en buen estado deben presentar un color rosa pálido, sin secreciones o restos de cera.

4. Si se rasca continuamente las orejas o agita la cabeza con brusquedad, es que le pican, y eso puede conllevar otro tipo de problemas.

5. El mal aliento en los gatos es consecuencia de una inflamación de las encías o de que ingiere mucho pelo cuando se limpia. Hay que evitarlo cepillándole más a menudo y con más brío.

6. La nariz debe tener un aspecto rosáceo y sin costras. Si hay estornudos, secreciones o dificultades respiratorias, es necesario acudir al especialista.

Cómo bañar al gato
Hay una idea muy extendida que dice que los gatos no son muy amigos del agua. Esta creencia es cierta…a medias: Porque si acostumbras al gato desde pequeño al agua…el gato disfrutará mucho del baño y del agua.
El gato puede aprender a bañarse (como a otras actividades) pero este aprendizaje debe ser realizado en la etapa de socialización del cachorro, es decir, entre el primer y segundo mes de vida. En estos meses el gato es receptivo a todas las enseñanzas de manejo social que se quieran impartir en él. De hecho, no sólo el baño se puede tolerar perfectamente si se aprendió de pequeño; además es una actividad que refuerza la relación social entre el gatito y su dueño, junto con el cepillado, las caricias y los juegos.

Y vamos a demostrarte que no todos los gatos tienen miedo al agua: muchos no sólo juegan con el agua, sino que además se mojan solos. Como ejemplo te diremos una raza, los Turco Van, que viven en la zona del lago Van (Turquía). El alimento natural  de esta raza de gatos son los peces que pueden pescar en el río. El mismo mecanismo utiliza el jaguar que tiene en los animales acuáticos la mayor parte de su dieta.

Bañar al gato puede ser una actividad placentera para él y para ti, sólo debes acostumbrar al felino a este procedimiento y seguir los siguientes pasos:

COMO DAR EL BAÑO

Antes de empezar debemos tener claro que es importante disponer de tiempo de sobra, al menos 1 hora, para poder disfrutar del baño con nuestro gato. También es conveniente hablar y acariciar a nuestro gato durante todo el procedimiento para calmar la ansiedad del gato. El ambiente debe ser tranquilo y si es posible, debe ser la misma persona la que bañe al gato siempre.

El baño lo puedes realizar en cualquier pila de la casa. Lo único imprescindible es que  el gato quepa y que el agua esté tibia.
Debes tenerlo todo preparado a mano en el lugar donde vayas a darle el baño. Hablamos de champú, toalla, secador… Se debe usar un champú específico para gatos, no utilizar cualquiera de los nuestros.

El agua debe estar tibia, ni demasiado fría, ni demasiado caliente, a una temperatura de unos 30 grados, y resulta conveniente dejar correr un rato el agua, a fin de que el animal se acostumbre al ruido.
Ves mojando al gato poco a poco al principio con la mano o con la ayuda de alguna esponja suave, pero nunca con el chorro de la ducha directamente.

El baño lo haremos con caricias,  acariciándolo, de una forma suave…recuerda que siempre debe ser un ambiente relajado y tranquilo. Con estas caricias enjabonaremos al gato y dejaremos que actúe sobre el manto durante unos 5 minutos. Una vez transcurrido este tiempo, aclara el cuerpo del animal con abundante agua para que no queden restos del jabón. Si quedan restos pueden provocar después picores o malestar.

Una vez llegado a esta fase llega el momento del secado del gato. Es muy importante hacer un perfecto secado de todo el pelo. Nunca hay que dejarlo húmedo a no ser que sea verano y la temperatura lo permita.

Para secar el pelo es conveniente comenzar con una toalla para sacar la mayor cantidad de agua y luego seguir con un secador de aire caliente. Nunca utilices un secador el primer día que bañes al gato pues les molesta mucho el ruido, y nunca más querría volver a bañarse. Lo recomendable en los baños posteriores es usar algún secador de bajo ruido y encenderlo unos minutos antes de utilizarlo para que el gato se habitúe al ruido.


Haz breves maniobras de acercamiento para que se dé cuenta de que el artilugio es inofensivo.
Si a pesar de nuestras precauciones es imposible proceder al secado, no te preocupes, ten paciencia y poco a poco se dejará. En estos casos retira la mayor parte de agua con una o más toallas secas, y permite al minino que se termine de secar en una habitación tranquila y caliente. Recuerda que nunca hay que dejarlo húmedo a no ser que sea verano y la temperatura lo permita.

Si no está muy asustado, una vez seco, lo peinaremos poco a poco.

Bañar al gato puede ser una actividad placentera para él y para ti, sólo debes acostumbrar al felino a dicho procedimiento y seguir estos sencillos pasos que te hemos presentado.


BOLAS DE PELO:

El gato es un animal limpio por naturaleza, y por ello se asea lamiéndose el cuerpo varias veces al día. Se limpia el sólo varias veces al día. Ya te habrás dado cuenta que es uno de sus mayores entretenimientos diarios y al que dedica mucho tiempo.

Pues bien, este hábito tan favorable para su higiene, a veces puede jugarles una mala pasada. La lengua áspera, debido a la rugosidad de sus papilas gustativas, se convierte en un cepillo que arrastra los pelos muertos. La lengua del gato trabaja como un verdadero cepillo y al pasar por su cuerpo, suelta el pelo muerto. La mayor parte de éste acaba siendo tragado y puede llegar a formar bolas de pelo en el estómago. El gato ingiere grandes cantidades de pelo que, sometido a los distintos procesos de la digestión, forma bolas más o menos grandes. 
Al ser ingeridos pueden ocurrir varias cosas: Estos ovillos pueden transitar por el intestino sin causar daños en el felino, en cuyo caso los encontraremos en las heces. Hay ocasiones en los que sí provocan un malestar importante en el gato. Aunque si son pequeñas, por lo general, terminan siendo expulsadas con uno o varios vómitos.
La situación se complica, cuando las bolas atraviesan el píloro y se dirigen al intestino delgado. Ya aquí, pueden seguir causando vómitos, pero no son expulsadas. Si no son demasiado grandes, pueden continuar su camino por el intestino, y luego ser eliminadas con las heces como hemos comentado anteriormente. La situación es realmente grave, cuando estas bolas son demasiado grandes y quedan retenidas en el intestino.

Cuando esto ocurre se produce un estado de malestar general en el animal, que puede culminar en una pérdida total del apetito y de las funciones intestinales, ocurriendo una oclusión intestinal. En estos casos debemos recurrir al veterinario. En los casos graves el veterinario hará progresar la bola de pelo a través de todo el intestino hasta llegar al ano. En los casos muy graves, sin embargo, el veterinario se ve obligado a cortar la pared intestinal para extraer el cuerpo extraño: se trata, sin embargo, de una intervención bastante rara.
Esta situación debe resolverse quirúrgicamente, para liberar el paso, porque sino el resultado en el felino será la muerte.

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